Cuando nos toca enfrentarnos a unas elecciones, muchas veces tenemos la duda de qué hacer. Lo primero que debemos saber es si queremos ir a votar o no. Para ello, tenemos que tener claras nuestras ideas y saber qué partidos se presentan a las elecciones y cuál o cuáles están más cerca de nuestra forma de pensar, o si al contrario sentimos que ninguno nos representa. Conocer esto es fundamental porque no todos los votos son iguales ni valen igual.
Podemos votar a un partido, votar en blanco, votar nulo o directamente, no ir a votar, esa decisión está en nuestras manos. Pero ¿cuáles son las diferencias entre votar en blanco o votar nulo? Y ¿porqué hay personas que deciden hacerlo de esa forma?
El voto nulo, la herramienta para protestar en unas elecciones.
El voto nulo sirve como mecanismo de protesta y rechazo. Esto lo podemos comprobar, ya que muchas veces el voto nulo suele tener algún mensaje escrito dentro del sobre. Los argumentos que normalmente usan las personas que votan nulo son los siguientes:
- Descontento hacia la clase política y su falta de acuerdo.
- Ineficacia del sistema electoral.
- Falta de identificación con las elecciones celebradas.
- Tener una ideología que no aboga por el sistema representativo.
Es cierto que hay un porcentaje de personas que votan nulo de manera equivocada, pero es una minoría, ya que el voto nulo, tal y como lo hemos explicado, se suele hacer de manera consciente y predeterminada.
¿Cuándo se considera que el voto es nulo?
Lo primero que tienes que saber es que la decisión de anular un voto la toman las distintas mesas electorales (presidentes y dos vocales). Eso sí, las papeletas que se consideren nulas las tendrán que guardar por si hay que revisarlas o alguien interpone un recurso, en ese caso, es la Junta Electoral la que se encargará de determinar finalmente si ese voto es nulo o no. Este voto no puede ser contabilizado en el proceso electoral por no cumplir con los requisitos establecidos en la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG). Y te preguntarás, ¿qué hace la ciudadanía para que su voto sea nulo? Bien, pues aquí van algunos ejemplos:
- Usar sobres que no sean oficiales.
- Emplear papeletas de otras elecciones o no oficiales.
- Meter más de una papeleta en el sobre (si son del mismo partido normalmente las dan por válidas).
- Alterar los nombres y/o siglas de los partidos políticos impresos en las papeletas.
- Alterar el orden de los nombres.
- En el caso del Senado, introducir papeletas con más de tres nombres.
¿Cuándo un voto se considera en blanco?
Para que un voto la mesa electoral lo considere en blanco tiene que ocurrir alguna de las siguientes cosas:
- Introducir un sobre sin ninguna papeleta.
- Introducir un sobre con un papel en blanco
- En el caso del Senado, no marcar la casilla de ninguno de los candidatos.
- Votar a una candidatura retirada de forma legal.
Como todo en esta vida, el voto en blanco no está exento de interpretaciones, estas son algunas explicaciones que se le ha dado: por ejemplo, que la persona que vota en blanco está en contra de todos los candidatos o le da igual quién gane las elecciones.
Votar de esta forma se considera como abstención activa, porque aunque no está de acuerdo con varios aspectos de las elecciones, ejerce su derecho y va a votar, aunque no le dé su apoyo a ningún partido político ni candidato.
¿Y qué es eso de la abstención?
La abstención es simplemente que las personas que tienen derecho a votar no lo hacen por motivos propios (puede ser cualquiera). En el caso de España no ir a votar no está penalizado, a diferencia de otros países en los que es obligatorio ir a votar y si no lo haces, te multan con cantidades económicas.
En ciencia política hay dos tipos de abstención. En primer lugar, la abstención pasiva, es el resultado de una falta de interés por la política por motivos personales o sociales, simplemente se traduce en no ir a votar. En segundo lugar, la abstención activa, lo consideramos un acto de rechazo al sistema político y aquí incluimos a las personas que votan nulo o en blanco y que hemos explicado más arriba.
Entonces, ¿quién se ve beneficiado?
En España, las elecciones las regula la ley electoral D’Hont, es el sistema que asigna el número de escaños que obtiene cada partido en unas elecciones, da igual que sean generales, autonómicas o municipales.
El voto en blanco beneficia a los partidos grandes y/o de ámbito estatal. La razón es que este tipo de votos se suman al total de las papeletas emitidas sobre el que se efectúa el reparto proporcional de escaños. Por eso mismo, el voto en blanco puede perjudicar la los partidos pequeños que se presentan solo en un territorio. Como son votos válidos cuentan lo mismo que los votos a partidos políticos concretos, esto hace que las formaciones pequeñas no lleguen al mínimo de votos (suele ser el 3%) necesario en la circunscripción que se presentan para sacar representación.
Por otro lado, el voto nulo ni beneficia ni perjudica a los partidos políticos. La razón es que como no se considera válido, no cuenta en el total final de los votos. Por lo tanto, no afecta al resultado electoral.
En cuanto a la abstención, la decisión de no ir a votar no tiene ningún efecto en el reparto de escaños, ni perjudica ni beneficia a ningún partido. La influencia que la abstención tiene es sobre la “legitimidad” con la que las fuerzas políticas entran a las instituciones. No es lo mismo entrar en una institución cuándo ha participado el 85% de la población que cuando lo ha hecho el 45%. En ese caso, el número de personas que no han ido a votar es muy grande y, por lo tanto, aunque hayas tenido un buen resultado, hay muchas personas que no han ido a votar porque no están de acuerdo.
@aneransorena Diferencias entre votar blanco o nulo. #politica #elecciones #23J ♬ sonido original – Aner Ansorena